
Pensaba que necesitaría viajar a diversas ciudades; por eso crucé el inmenso mar y atravesé el tórrido desierto. Escalé montes, navegué océanos y surqué cielos. Incluso salí al espacio exterior, orbitando alrededor de planetas y estrellas. Buscaba aventuras. Necesitaba soñar. Y aunque la experiencia fue gratificante, la verdadera aventura la encontré entre las páginas de un libro.